Pauliteiros de Miranda: Un Viaje a Través de la Historia y la Cultura Portuguesa

En la pintoresca región de Miranda do Douro, en el noreste de Portugal, late con fuerza una tradición ancestral que resuena con cada golpe de palo y cada nota de gaita: la danza de los Pauliteiros de Miranda. Este grupo de bailarines, ataviados con trajes coloridos y distintivos, no solo ejecuta una danza; narran con cada movimiento una historia de siglos de antigüedad. Su baile, conocido como la “danza de los palos”, es una manifestación cultural única que entrelaza elementos guerreros, religiosos y festivos en una coreografía fascinante que captura la esencia de la identidad mirandesa.

El corazón de la danza reside en sus palos de madera, que los bailarines golpean rítmicamente al unísono. Aunque hoy en día son palos, se cree que esta tradición tiene sus raíces en las danzas de espadas que los celtíberos realizaban como preparación para el combate. A lo largo de la historia, las espadas fueron sustituidas por los palos, transformando el ritual guerrero en una expresión artística y cultural. Con el paso del tiempo, esta danza ancestral se nutrió de diversas influencias, desde las greco-romanas y celtas hasta las de los suevos, romanos y visigodos, quienes la mantuvieron viva incorporándola a festividades agrarias y rituales de fertilidad.

Musicalmente, la danza es un festín para los sentidos. La melodía vibrante de la gaita de foles, el ritmo contundente de la caja y el bombo, y el sonido distintivo de las castañuelas talladas a mano se unen para crear un ambiente enérgico. Estas castañuelas, adornadas con diseños grabados que reflejan la identidad local, son un testimonio de la dedicación y el arte de la comunidad. Tradicionalmente ejecutada por ocho hombres, la danza ha evolucionado para incluir también a mujeres, asegurando que esta rica tradición continúe floreciendo con nuevas generaciones de bailarines.

El papel de la Iglesia Católica en la preservación de esta danza es notable. A partir del siglo X, la Iglesia adoptó a los Pauliteiros para sus celebraciones religiosas, vinculando su danza a las festividades de santos y los solsticios. Durante estas ocasiones, los Pauliteiros recorrían las aldeas, participaban en procesiones y recolectaban donativos, desempeñando un rol fundamental en la vida social y espiritual de la comunidad. Esta integración de la danza en el calendario religioso ayudó a mantenerla viva y relevante a lo largo de los siglos, protegiéndola del olvido.

El valor de esta tradición ha sido reconocido oficialmente. Recientemente, el 7 de abril de 2025, el gobierno de Portugal declaró a los Pauliteiros de Miranda como Patrimonio Cultural Inmaterial. Este reconocimiento subraya la importancia de la danza como un reflejo de la identidad de la comunidad mirandesa y su profundo valor histórico para la nación. Es un gran logro que celebra no solo una danza, sino una forma de vida, una memoria colectiva y un legado cultural que se ha transmitido de generación en generación.

Conclusión

La danza de los Pauliteiros de Miranda es mucho más que un espectáculo folclórico. Es un testimonio vivo de la historia, la resiliencia y la identidad cultural de una región. Con cada golpe de palo, estos bailarines nos conectan con un pasado remoto, con los rituales de combate de los celtíberos y las festividades agrarias de la época medieval. Su reciente designación como patrimonio cultural es un merecido reconocimiento que asegura que el eco de sus palos y la vibrante sonoridad de su música seguirán resonando en el corazón de Portugal por muchos años más.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *